2022/07 LA ENFERMERA CARLA MUÑOZ FABRICA SOPORTES RESPIRATORIOS CON BOTELLAS DE PLÁSTICO PARA SALVAR BEBÉS

Carla Muñoz, enfermera pediátrica voluntaria en la Unidad de Cuidados Neonatales del Hospital del Condado de Lamu (Kenia), ha logrado salvar la vida de una bebé de tan solo 27 semanas de gestación y 800 gramos de peso.

 

Para ello, Muñoz hizo uso de una gran creatividad ante la falta de recursos humanos y materiales, ya que utilizó como soporte respiratorio una máquina CPAP fabricada con una botella de agua. Además, como la niña nació en una época con mucha carga asistencial en el que el equipo sanitario no daba abasto, la enfermera enseñó a sus padres a realizar a su hija los cuidados médicos necesarios e incluso a vigilar el único monitor disponible que había en aquel momento. Cuando Carla regresó a España, la bebé había comenzado su semana 31 sin sufrir ningún episodio de empeoramiento. Sus padres le han puesto el nombre de Angel (en inglés), ya que la consideran un verdadero milagro.

 

“Trabajar en situaciones tan extremas te obliga a desarrollar una capacidad de improvisación y de gestión de recursos que no necesitas en España”, cuenta Muñoz. Y continúa: “Mi estancia en el Hospital público de Lamu ha sido una de las experiencias más duras y a la vez más enriquecedoras que he vivido tanto a nivel profesional como personal. Aprender a trabajar en un ambiente tan diferente a nivel cultural, de medios, idioma, clima... ha hecho que, aunque yo fuese con el objetivo de enseñarles, sienta que la enseñanza haya sido mutua”.

 

Muñoz, enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ha realizado su voluntariado en el hospital público de Lamu en el marco de colaboración de formación pediátrica que la Fundación Pablo Horstmann tiene con dicho centro. “Los profesionales kenianos nos agradecían nuestra ayuda y nos pedían formaciones, a veces de temas específicos, preguntándonos muchas dudas que les surgían, lo que demuestra que comenzaban a integrar los conocimientos. Me fui con la sensación de que la Unidad de Neonatología por fin estaba despegando”, concluye.