Construimos un pozo en Karebur, que llevaba tres años sin agua

Gracias a nuestros socios y donantes, alrededor de 2.700 personas se benefician ya de la nueva fuente.

Fundación Pablo Horstmann
La comunidad de Karebour disfruta del nuevo pozo.

Alcobendas, 24 de enero de 2025. Las Hermanas Misioneras Sociales de la Iglesia, con el apoyo de la Fundación Pablo Horstmann, han construido un pozo para la comunidad turkana de Karebur. En medio del desierto, alrededor de 300 familias llevaban más de tres años sin suministro de agua porque el anterior pozo se había dañado y contaminado. Se intentó arreglar en varias ocasiones, pero se había secado. La falta de agua potable, necesaria no solo para beber sino también para mantener una higiene adecuada y cocinar los alimentos, provocaba que los 152 alumnos del Centro Nutricional y Educativo de Karebur sufrieran tasas más elevadas que los otros centros de malnutrición, y enfermedades como infecciones gastrointestinales y problemas dermatológicos.

Gracias a nuestros socios y donantes, alrededor de 2.700 personas se benefician ya de la nueva fuente de agua potable. Construiremos una canalización para la escuela y otra para el pueblo, que además tendrá una salida para uso exclusivo del ganado.

Es importante recordar que, en Turkana, las poblaciones se asientan en torno a las escuelitas ya que les proporcionan servicios básicos. Al asentarse, forman comunidades y el Gobierno comienza a construir para ellas caminos, dispensarios médicos y colegios de Primaria. Así, empieza el desarrollo.

Cambio de nombre

Por otro lado, este 2025 las Escuelitas Preescolares han pasado a denominarse Centros Nutricionales y Educativos, ya que «queremos enfatizar la importancia que tiene la alimentación para los alumnos. Muchos de ellos acuden a clase porque saben que van a poder comer alimentos a los que no tienen acceso en sus hogares», explica Inés Rozas, gestora del proyecto.