GINECÓLOGOS DEL HOSPITAL LA PAZ DE MADRID HACEN HISTORIA EN ETIOPÍA
El doctor Akililu (dcha) junto a la doctora Lobo (izqda).
El joven doctor etíope Akililu Hailu trabaja al doble de ritmo que cualquier médico en España. Es el único ginecólogo disponible para las mujeres de Meki, capital de un área de Etiopía con más de 353.000 habitantes dónde todavía hoy el 87% de las madres da a luz en su casa, sin ningún tipo de cuidados sanitarios.
Pero Akililu, que acarrea a sus espaldas experiencias como la lucha contra el Ébola en Sierra Leona -a donde fue enviado por el gobierno etíope-, no trabaja a jornada completa en Meki. Si se traslada a esta ciudad dos días en semana es porque hace tan solo un año, fue contratado por la Fundación Pablo Horstmann para potenciar la ginecología en su Clínica Materno-Infantil “Let Children Have Health”.
No es el único centro sanitario en la zona. Meki cuenta con un hospital provincial que en 2022 inauguró sus primeros quirófanos. Sin embargo, apenas se utilizan -salvo para algunas urgencias-, por falta de cirujanos. La falta de una asistencia sanitaria de calidad es la causa de que 1 de cada 21 mujeres muera en el parto.
Fatia, madre de 10 hijos que sufría un prolapso uterino, pidió al Dr. Akililu que la operara aunque la cirugía le costara la vida
En este contexto, un equipo de dos ginecólogos, las doctoras Martí y Lobo, dos anestesistas, la Dra. Campos y el Dr. Zurita, del Hospital Universitario La Paz de Madrid viajaron a Meki el pasado enero para realizar junto al doctor Akililu operaciones ginecológicas en el hospital público Dugda, las primeras cirugías por vía vaginal que se realizan en la historia del centro. Allí, fueron recibidos por toda una comitiva de bienvenida: la dirección médica del hospital, el equipo de quirófano y ginecología y hasta la TV regional.
Durante la campaña, el equipo realizó nueve cirugías. Uno de los casos más graves que fue el de Fatia (los nombres son pseudónimos), una mujer de 70 años que como secuela de sus 10 partos, sufría un prolapso uterino. “Esto significa que al andar o estornudar, le colgaba el útero entero por fuera. Una situación difícil de imaginar en el mundo occidental”, explica la Dra. Ana Sendagorta, presidenta de la fundación que les acompañaba.
Fatia había sido rechazada en tres hospitales previamente por no poder abrir las piernas lo suficiente para realizar la operación. Desesperada, le había pedido al Dr. Akililu que lo intentara aunque la cirugía le costara la vida. Gracias a la creatividad del Dr. Zurita, anestesista, que se inventó una postura de piernas cruzadas para que los cirujanos pudieran hacer la histerectomía, la operación fue todo un éxito.
El equipo de ginecólogos y anestesistas del Hospital Universitario La Paz de Madrid junto a Ana Sendagorta y sanitarios del Hospital Dugda de Meki.
Además, dos jóvenes sin recursos pudieron ser operadas de tumores en el útero. Hanna es una de ellas. La joven había emigrado a un país árabe para poder mantener a su familia trabajando como servicio doméstico. Pero lamentablemente, allí contrajo el virus del Sida. De vuelta a Etiopía, le salió un mioma grande en el útero y carecía de dinero para operarse. “Hanna estaba especialmente agradecida a la fundación porque le ha permitido operarse gratis”, cuenta la Dra. Sendagorta.
Además, los doctores anestesistas Campos y Zurita introdujeron por primera vez en el hospital la técnica de anestesia epidural.
En Etiopía, país de 112 millones de habitantes, hay solo 70 ginecólogos operando. Se han formado 700, pero casi todos trabajan en el extranjero -Estados Unidos, Canadá o Reino Unido-, dónde reciben mejores sueldos. El Dr. Akililu sin embargo, ha renunciado a una vida mejor para servir a las mujeres de su país. Por esto, la Fundación Pablo Horstmann ha decidido formarle en el Hospital La Paz de Madrid para que sea el primero en hacer laparoscopias y cirugías de suelo pélvico.